Fui yo.

Madurez cristiana

 Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Efesios 4:15

Dios nos hizo a su imagen y semejanza y por ello desea que día con día todos sus hijos nos parezcamos a su hijo Jesucristo, como dice el versículo, siguiendo la verdad en amor.  

El objetivo del crecimiento es la madurez. ¿Cómo alcanzo la madurez?

Madurez:  Es estar completo en todos los aspectos de mi humanidad según el diseño de Dios, superando los obstáculos que la vida y mi propia naturaleza me presentan.

La madurez no viene con el tiempo, sino con la aceptación de responsabilidad.

¿Cómo soy responsable?

Aceptar que soy el principal causante de algo, por lo cual yo recibo el crédito o la culpa de mi conducta, mis actitudes, mis reacciones y mis decisiones.

Nunca presento excusas ni señalo a otros por aquello que me corresponde a mí. Esto es mi responsabilidad.

El cimiento del carácter y la madurez, cualquier situación, si sale bien o sale mal, me corresponde a mí. 

La responsabilidad define si me va a ir bien, si voy a avanzar o me voy a estancar.

¿Dónde empezó el problema de no aceptar mis culpas?

Desde la primera pareja, cuando Dios le preguntó a Adán porque había comido del fruto prohibido, él culpó a Eva, Eva a su vez culpó a la serpiente, y ninguno de los dos asumió su responsabilidad.

¿Cuál fue el resultado?  

La caída del hombre, y de esta forma entró el pecado a la humanidad.

¿Qué puedo hacer?

Nadie puede llegar a ser salvo hasta que acepta su culpa. Sin aceptar mi culpa, no puedo recibir el perdón de parte de Dios.

 Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo. Romanos 8:29

Así que sabiendo un poquito acerca de madurez y responsabilidad, asumamos nuestros errores y prosigamos todos los días hacia la meta de parecernos un poco más a Jesucristo.