Estás manos me han servido.
- Tere Guerrero
- 21 nov 2023
- 2 Min. de lectura

Existe mucha necesidad a nuestro alrededor, de afecto, comprensión, cuidado, tiempo, ayuda, trabajo, estabilidad económica, etc. Ante tanta necesidad se ha creado un ambiente de desconsuelo y desazón abrumador.
La palabra de Dios nos dice que siempre es tiempo de dar, hoy más que nunca dejemos de pensar en las cosas superfluas que no necesitamos, y mejor repartir las que tenemos. Es decir, estar más atentos a la necesidad de quienes nos rodean, que de la nuestra.
Al compartir nuestra comida, ropa, dinero, tiempo, trabajo, afecto, todo lo que Dios nos ha dado, obtenemos una enorme satisfacción y la convicción de que estamos haciendo lo correcto: participar con nuestro granito de arena en la dificultad ajena. Hoy es tiempo de decir “estás manos me han servido para dar a mis semejantes”.
Hoy te invito a dar, no lo que te sobra, sino de lo que te falte. Que pueda a veces representar un verdadero desprendimiento, que descobijes en tu casa, que quizás aprietes tu economía. Comprueba lo que afirmó Cristo “Más bienaventurado es dar que recibir”.
Nuestro Señor Jesús se mostró compasivo y misericordioso todo el tiempo que anduvo entre la gente. Dice la escritura que “al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”.
Aprendamos de nuestro Salvador, cuando veamos a alguien desamparado apoyemos en lo material, para poderle presentar después al buen Pastor. Nuestro cristianismo no tiene impacto alguno sino somos misericordiosos y compasivos con los demás. Recuerda, un acto de bondad o generosidad dice más que mil palabras predicadas.
No nos podemos quedar impávidos ante las situaciones imperantes. Compartamos todo lo que podamos hasta que nos duela y simultáneamente entreguemos lo más grande e importante que tenemos para dar: las buenas nuevas de salvación. El mundo necesita saber que Cristo es el buen Pastor y que sólo Él puede suplir la necesidad de perdón y salvación.
Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. Hechos 20:34-35
Comentários